Actividades para trabajar la empatia con adolescentes
Actividades divertidas de empatía
Una de las habilidades sociales más importantes en la prevención del acoso escolar es la empatía: entender y responder con cariño a lo que piensan y sienten los demás. Es menos probable que los niños hagan daño y más probable que ayuden a alguien si pueden imaginarse en el lugar de esa persona y pueden compartir sus pensamientos y sentimientos.
Los educadores de la primera infancia pueden enseñar a los niños pequeños a abstenerse del acoso ayudándoles a aprender y practicar la empatía en relación directa con las situaciones de acoso. Pueden ayudar a los niños pequeños a entender cómo se pueden sentir los niños acosados y cómo se sentirían ellos mismos si fueran acosados. Pueden preparar a los niños para que se conviertan en espectadores útiles ayudándoles a reconocer cuándo un niño acosado se siente herido y cómo podrían ayudarle a sentirse mejor.
Explique que el acoso puede provocar sentimientos fuertes, como la ira, la frustración y el miedo. Aunque está bien sentir estos sentimientos, nunca está bien reaccionar haciendo cosas violentas, como herir intencionadamente a alguien. Di que si todos trabajamos juntos para prevenir y detener el acoso, nadie en nuestro grupo tendrá que experimentar nunca estos sentimientos como resultado del acoso.
Actividades de empatía para secundaria
La empatía -o la comprensión de los pensamientos y sentimientos de las personas que nos rodean- es una de las partes más importantes y más difíciles de ser criaturas sociales. Pero, ¿qué es exactamente la empatía? Y, sobre todo, ¿podemos tener más?
¿Por qué es tan importante la empatía? Algunas de las razones son más obvias: "Nos inspira a ayudar a los miembros de la familia, a los amigos y a los desconocidos", dice el Dr. Zaki. "Nos ayuda a ver más allá de las diferencias y nos permite ver a otros que son de una raza diferente o de una generación o ideología distinta a la nuestra, sin la lente de los estereotipos, los prejuicios o los sesgos".
Pero también cree que no sólo los demás se benefician de la empatía: también lo hace la persona que la siente. "Las personas que experimentan empatía también tienden a estar menos estresadas y deprimidas, más satisfechas con sus vidas, más felices en sus relaciones y más exitosas en el trabajo", dice.
El Dr. Zaki distingue tres tipos de empatía: empatía cognitiva, empatía emocional y preocupación empática o compasión. Para desgranar estos tipos, imagine que está comiendo con un amigo cuando éste recibe una llamada telefónica. No sabes con quién están hablando, pero en un momento dado, tu amigo empieza a llorar.
Empatía: el camino de los susurros
Puede ser fácil llegar a la conclusión de que los adolescentes son totalmente egoístas o tienen algún tipo de problema con la inteligencia emocional, pero resulta que hay una explicación para los comportamientos que estás viendo.
Mientras que la mayoría de la gente domina las habilidades de pensamiento concretas cuando entra en la escuela secundaria, nuestras habilidades de funcionamiento ejecutivo, como la planificación, la organización, la toma de decisiones y el autocontrol, son áreas que pueden tardar mucho más en establecerse.
La "empatía cognitiva" puede describirse como: la capacidad de pensar mentalmente en las cosas desde el punto de vista de otra persona (también conocida como toma de perspectiva). La "empatía afectiva" es la capacidad de reconocer y responder adecuadamente a los sentimientos de los demás. Estas habilidades nos ayudan a resolver problemas sociales, a gestionar nuestras propias emociones y las de los demás y a evitar conflictos.
También hay dos partes distintas del cerebro responsables de la empatía afectiva y cognitiva. La empatía cognitiva parece estar relacionada con el córtex prefrontal medial y la empatía afectiva se basa en la región límbica del cerebro, que regula las emociones.
Proyecto de empatía para estudiantes
Aunque muchas de las actividades cotidianas de un niño, como jugar, ir a la escuela e interactuar con sus cuidadores, le proporcionarán oportunidades naturales para desarrollar estos rasgos críticos, hay mucho que podemos hacer para desarrollar proactivamente la amabilidad y la empatía de un niño.
Del mismo modo, imaginemos lo diferentes que podrían ser las aulas, las oficinas, las organizaciones y los hogares de todo el mundo si más adultos se detuvieran a considerar cómo podrían demostrar más empatía y amabilidad en sus interacciones habituales.
La amabilidad y la empatía son importantes para fomentar la inteligencia emocional. Antes de que sigas leyendo, hemos pensado que te gustaría descargarte gratis nuestros 3 ejercicios de inteligencia emocional. Estos ejercicios, basados en la ciencia, no sólo mejorarán su capacidad para entender y trabajar con sus emociones, sino que también le darán las herramientas para fomentar la inteligencia emocional de sus clientes, estudiantes o empleados.
Es probable que esto suene como una tarea muy desalentadora. La buena noticia es que la amabilidad es una respuesta humana natural que probablemente no necesite mucho empuje o estímulo. Sin embargo, es algo que debe practicarse con regularidad para garantizar que se mantenga en los niños durante toda la infancia y hasta la edad adulta.